Aguas vivas y aguas extintas
Alfredo Ceibal, Febrero 2022
Dibujos de ensueño: la crisis del agua como protagonista en la obra de Alfredo Ceibal
En los últimos años la obra del artista guatemalteco Alfredo Ceibal, ha mutado gradualmente de la pintura a un medio más orgánico, sutil e inmediato: el dibujo. En el uso de esta técnica, él ha demostrado ser audaz, sin limitarse a los confinamientos de una hoja de papel, despreocupado por la común y errónea percepción del dibujo como una forma de arte menor. Al contrario, el artista ejemplifica las infinitas posibilidades de este medio y sus múltiples formas de juego. Explorando sobre diversas superficies, creando series extensas, de más de doscientas obras sobre papel, Alfredo Ceibal narra historias en las que relata, tanto la fantasía, como el malestar humano. Su obra expresa con belleza las maravillas del mundo y disfraza con delicadeza los horrores de la humanidad. En su trabajo es perceptible su visión política respecto a temas críticos como el dinero, las relaciones de poder, la apropiación, el placer, los excesos, entre otros. Alfredo Ceibal brinda una mirada decolonizadora y anticapitalista, una voz insistente en sensibilizar nuestra forma de ver, vivir y accionar.
En Aguas vivas y aguas extintas, el artista retrata la crisis del agua con sutileza y poesía. Por medio de una instalación que entreteje una hermosa y delicada serie de dibujos, trazados sobre diversas superficies y materiales, Alfredo Ceibal reflexiona y representa las consecuencias de una existencia humana desapegada, inconsciente y capitalista. Sus paisajes reflejan y contrastan la dualidad entre territorios que conservan aguas limpias y saludables, frente a territorios donde el capitalismo, la minería, los vertidos, los pesticidas, los derrames de petróleo y la codicia humana han explotado sus recursos acuíferos hasta convertirlas en páramos desposeídos de vida. Vemos en sus dibujos una mirada crítica al colapso de nuestro ecosistema, el fin de los recursos naturales y el deterioro de los paisajes de la Tierra. Sin embargo, ha trazado deliberadamente una línea que se extiende desde sus áridos y paradisíacos escenarios, a las paredes del espacio, lo que puede leerse como un signo de esperanza que conecta y abraza la instalación. Esta interconexión dibuja una analogía respecto a la interdependencia humana, en el intento de visibilizar que no somos cuerpos aislados el uno del otro, sino una sola masa dependiente de un mismo recurso, de un ecosistema social, económico, político y territorial. Aguas vivas y aguas extintas, es un reflejo del comportamiento humano sobre la tierra que habita y le da vida. En sus dibujos ejemplifica y señala la imposibilidad de seguir reproduciendo sociedades excesivas, consumistas y egoístas, ante un panorama tan crítico como el que se avecina. Si saqueamos los territorios que nos nutren, condicionan y dan vida, todo lo que nos rodea, incluyéndonos, perecerá.
Propiamente, en esta muestra, el agua es el protagonista; Alfredo Ceibal habla sobre ella como fundamento vital. Es el mar en las costas que nutren el alma, un elemento en movimiento, sin principio ni fin, a ras de la superficie de la Tierra, por encima y por debajo de ella, como líquido, vapor o hielo. La exposición en su conjunto es un hermoso susurro que nos lleva a preguntarnos: ¿Qué implica un mundo sin agua?¿Extinción? Y si es así, ¿para quién?
__ Erika Martin (curaduría)
Aguas Vivas y Aguas Extintas
La idea de buscar otros mundos en las profundidades del cosmos para abandonar la tierra, encontrar nueva vida y salvar a la humanidad de su extinción, parecerá algo iluso y fantasioso para muchos, pero en realidad no es es ni un disparate ni una alucinación, puesto que el recurso más importante que sustenta la vida en este mundo está siendo envenenado a una velocidad peligrosa y alarmante.
De manera insólita, y como si de una carrera siniestra se tratara, las élites que ostentan el poder sobre la tierra pierden precioso tiempo al hacer muy poco o nada para detener a quienes se encargan de verter todo tipo de venenos en los océanos y los ríos, los bosques y el aire, en nombre del capitalismo; sus ansias insaciables de poder económico y un supuesto progreso hacia ningún lugar. En consecuencia, el agua se vierte a cada instante- y por millones de toneladas- cualquier cosa que pueda acabar con la vida de cuanto ser vivo habita este mundo.
Distraída en sus ocupaciones cotidianas y decidida a continuar abriéndose paso hacia el futuro, la sociedad, valiéndose de sus modelos tradicionales contaminates, no logra ver a cabalidad el hecho de que la contaminación y los efectos del cambio climático avanzan más rápido que cualquier esfuerzo que se esté haciendo para detener sus efectos devastadores, los cuales, algún día la han de alcanzar, llevándola a su punto de no retorno y extinción.
El tiempo fugaz pasa inadvertido y las fortunas, el poder económico e imperial, los logros absurdos que alimentan la vanidad humana y su ilusión de grandeza y glorias, ya no podrán salvarnos si las cosas se salen de control. Cuando esos tiempos lleguen los extintos paraísos serán apenas un recuerdo en la distancia, en medio del caos que traerá como resultado la indiferencia y el olvido. ¿Sabremos entonces a cabalidad lo que teníamos hasta el momento en que lo hayamos perdido…..?
— Alfredo Ceibal